Florencia es el sueño de todo caminante: te puedes encontrar algo interesante en cada escaparate, el centro histórico está lleno de vida y muchas calles son demasiado estrechas para que los coches o los autobuses las atraviesen. Por eso la manera más rápida de llegar a donde quieras es ir a pie. Si te gusta más lo de ir sobre ruedas, hay bicicletas de alquiler disponibles y son mucho más recomendables que los ocasionalmente lentos autobuses y tranvías (¡por no mencionar lo caros que son los taxis!).