Recorre la famosa torre de Gustave Eiffel y opta por subir hasta arriba del todo para disfrutar de vistas increíbles de París
10 opciones • a partir de 45,75 US$
Combina Torre Eiffel con otros favoritos de París. Algunas cosas es mejor disfrutarlas juntas.
El billete de acceso prioritario es la forma más popular de visitar la Torre Eiffel.
Con él, obtienes acceso directo en ascensor a la 2ª planta o, para los que quieran subir más alto, a la Cima.
Cuando compras entradas para la Torre Eiffel de esta categoría, puedes optar por entrar sólo a la 2ª planta, o pagar un poco más por las entradas para la parte superior de la Torre Eiffel (la Cumbre) para acceder al mirador más alto de París. Se trata de entradas temporizadas, por lo que llegarás a una hora determinada.
Lo mejor para: viajeros independientes y familias que quieren asegurar su visita y evitar una larga espera.
Una visita guiada a la Torre Eiffel te permite acceder a este icono con un experto a tu lado. Puedes optar por una simple entrada organizada o por una visita guiada.
Con la entrada organizada, tu anfitrión te dará la bienvenida y te guiará a través del proceso de entrada y hacia los ascensores, pero no te hará una visita guiada.
Con una visita guiada, tu guía dará vida a la historia mientras contemplas París, señalando lugares famosos como el Louvre, Notre Dame y el Sacré-Cœur.
También escucharás historias sobre la audaz ingeniería de la Torre Eiffel y su rocambolesca acogida cuando se construyó por primera vez.
Lo mejor para: aficionados a la historia, visitantes primerizos y cualquiera que desee una experiencia más rica y contextualizada que la mera contemplación de las vistas.
Los billetes combinados y los pases París combinan tu reserva para la Torre Eiffel con otras atracciones de París.
Una de las opciones más populares es la visita a la Torre Eiffel más un paseo en barco por el Sena. Esto te permite ver París desde arriba y desde el agua, todo con una sola reserva. Muchos pases también incluyen museos, visitas en autobús o entradas sin hacer cola en otros grandes lugares.
Lo mejor para: parejas y visitantes primerizos que quieran experimentar dos de las actividades más románticas y esenciales de París en una sola y sencilla reserva.
Cenar en el interior de la Torre Eiffel añade un toque único a tu viaje parisino.
Puedes elegir entre Madame Brasserie, un restaurante chic y contemporáneo en la 1ª planta, y Le Jules Verne, un lugar con estrella Michelin en la 2ª planta, conocido por su alta cocina y su ambiente refinado.
La mayoría de las entradas para cenar en la Torre Eiffel incluyen el viaje en ascensor y el acceso prioritario, por lo que a menudo te saltas las colas habituales.
Lo mejor para: veladas románticas, celebraciones especiales y entendidos en gastronomía que buscan una experiencia única en la vida.
La Explanada es la plaza situada justo debajo de las cuatro enormes patas de hierro de la Torre Eiffel.
Aquí, puedes mirar hacia arriba a través de la intrincada celosía y hacerte una idea de lo grande que es la torre. Pasea por los jardines de los Campos de Marte, observa a los artistas callejeros y busca el busto de Gustave Eiffel cerca del Pilar Norte.
Los quioscos de billetes originales aún se encuentran aquí. Aquí es también donde tienen lugar los controles de seguridad al estilo de los aeropuertos, antes de que vayas a los ascensores o a las escaleras.
Por qué es una visita obligada: Este es el mejor lugar para apreciar la escala y el diseño completos de la torre antes de subir. Desde abajo, es imposible pasar por alto el tamaño y los detalles de la estructura.
Acceso con entrada: El acceso a la Explanada es gratuito, pero tendrás que pasar un control de seguridad. Se necesita un billete para acceder a los ascensores o a las escaleras que llevan a los niveles superiores.
A menudo se pasa por alto el primer piso, pero merece la pena visitarlo. A 57 metros por encima de la ciudad, puedes caminar por el suelo de cristal transparente, observando París bajo tus pies.
Echa un vistazo a las exposiciones culturales sobre la historia de la torre, echa un vistazo a la tienda de regalos o cena en Madame Brasserie, un elegante restaurante con ventanas que van del suelo al techo. Además, la primera planta está menos concurrida, lo que te da más espacio para contemplarlo todo.
Por qué es una visita obligada: Este nivel ofrece una nueva visión de París con menos gente, además de las vistas de la ciudad desde el suelo de cristal. Merece la pena detenerse aquí mientras subes o bajas.
Acceso con billete: El acceso está incluido en todas las entradas, ya sea por las escaleras o en ascensor. Es la primera parada del ascensor.
El segundo piso es la parada más popular de la torre y alberga las vistas más conocidas de París.
Desde aquí, divisa lugares emblemáticos como el Louvre, el Arco del Triunfo y Notre Dame. Explora tanto la galería cerrada como la plataforma al aire libre.
Compra un recuerdo en una de las tiendas o regálate una buena comida en Le Jules Verne, el restaurante con estrella Michelin situado sobre la ciudad.
Por qué es una visita obligada: Este nivel te ofrece el clásico y amplio horizonte de París que se ha hecho famoso en las postales y en las películas. Es el lugar que todos quieren para sus fotos.
Acceso con billete: Este es el destino final de las entradas de la 2ª planta. Para los que tienen acceso a la Cumbre, aquí es donde se cambia a otro ascensor para el ascenso final.
En la Cumbre, te elevarás 276 metros sobre París en la plataforma pública más alta de la ciudad. Sube a la terraza al aire libre y disfruta de una panorámica de 360° de los tejados, con el Sena serpenteando por debajo y los monumentos salpicando el horizonte en todas direcciones.
Visita el despacho recreado de Gustave Eiffel, conservado tal y como era cuando terminó la torre, o haz una parada en el bar de champán para tomar una copa de burbujas mientras contemplas las vistas.
Por qué es una visita obligada:
Es el punto accesible más alto de París, y ofrece unas vistas incomparables.
Acceso con billete:
El acceso a la Cumbre sólo es posible con un billete específico para la cima de la Torre Eiffel. Éstas son las entradas más solicitadas y se agotan muy rápidamente. Se recomienda encarecidamente reservar con semanas o incluso meses de antelación.
La Torre Eiffel suele abrir todos los días desde 9:00 hasta al menos 11:45. El horario puede variar según la temporada o durante acontecimientos especiales.
Hay varias formas cómodas de llegar a la Torre Eiffel:
El mejor momento para visitar la Torre Eiffel depende de si estás dispuesto a compartir la experiencia. Si sacas tus entradas para la Torre Eiffel durante el verano, entre junio y septiembre, es probable que veas grandes multitudes y largas colas.
Para una experiencia más tranquila, con menos gente y colas más cortas, la mejor época para visitar la Torre Eiffel es entre octubre y diciembre, o entre enero y marzo.
La noche también es un buen momento para visitar la Torre Eiffel. Las luces brillan y centellean a las 10 de la noche, pero sube a la Torre antes del crepúsculo, y la experimentarás tanto al atardecer como cuando oscurezca.
Puedes comprar entradas para la Torre Eiffel en persona en las taquillas de los pilares Este y Oeste el día de tu visita, pero espera largas colas y la posibilidad de que se agoten las entradas para la Cumbre.
Ten en cuenta que tanto las colas para comprar entradas como las de seguridad pueden durar horas, especialmente en los periodos de mayor afluencia. Reservar por Internet con antelación es la mejor manera de garantizar la entrada y una franja horaria concreta.
Se recomienda encarecidamente reservar con antelación en épocas de gran afluencia, como el verano, las vacaciones escolares y los días festivos, ya que estas fechas se llenan rápidamente.
El precio de las entradas para la Torre Eiffel varía según el tipo de entrada y el nivel de acceso, y aunque puedes comprar las entradas para la Torre Eiffel el mismo día de la visita, reservarlas con antelación te garantiza tu plaza y te ahorra un tiempo precioso.
Para saltarte las colas y conseguir el mejor precio, compra tus entradas para la Torre Eiffel en línea antes de tu visita, sobre todo si quieres subir a la cima, ya que las entradas para la Cumbre se agotan rápidamente.
Las entradas para la Torre Eiffel te permitirán visitar durante el tiempo que quieras, pero la mayoría de la gente pasa entre dos y tres horas dentro. Recuerda que la subida puede ser bastante intensa y es posible que quieras parar para recuperar el aliento en varios puntos. Puedes fingir que estás admirando las vistas mientras lo haces.
Normalmente, se tarda entre 30 y 45 minutos en subir las escaleras hasta el segundo nivel. Planifica una hora y media para visitar el primer y segundo nivel, o dos horas y media si también quieres subir a la parte más alta.
Hay un restaurante situado a 125 metros por encima de las calles de París, en el segundo nivel de la Torre Eiffel. El Jules Verne es un restaurante con estrella Michelin que se extiende por tres salas sucesivas. Las vistas del Campo de Marte, el Quai Branly y Trocadero desde el restaurante son probablemente las mejores de la ciudad.
La experiencia no es barata, ya que lamentablemente las entradas de la Torre Eiffel no incluyen estos lujos. El menú de degustación de cinco o siete platos en el Jules Verne cuesta unos 230 € por persona.
Si simplemente quieres comer algo rápido, encontrarás opciones en la explanada y en el primer y segundo nivel. ¿Quieres celebrar algo? Pues el Champagne Bar de la planta superior es perfecto.
Los menores de 12 años deben ir acompañados de un adulto en el interior de la Torre Eiffel, pero hay muchas cosas interesantes para los peques, como las vistas.
La parte superior de la torre y las escaleras no son ideales para niños pequeños o para personas con movilidad reducida en caso de evacuación de emergencia.
Ambas tienen sus ventajas. La 2ª planta suele estar menos concurrida, con vistas claras y cercanas de los puntos de referencia.
La Cumbre te ofrece las vistas y la afirmación de haber visitado el punto más alto.
A primera hora de la mañana y a última hora de la tarde suele haber menos gente. El atardecer ofrece bellos contrastes entre el cielo y las luces de la ciudad, pero puede estar muy concurrido.
Ten en cuenta que el acceso a la Cumbre a veces cierra antes, así que compruébalo antes de reservar si vas a visitarla por la noche.
Las colas para la taquilla y los ascensores pueden durar de 1 a 3 horas, sobre todo en verano.
Tendrás que pasar por seguridad como parte del proceso.
Si reservas entradas sin colas para la Torre Eiffel, puedes reducir o evitar totalmente la espera.
La entrada guiada te da acceso rápido a través de las colas de seguridad y de venta de entradas con un anfitrión que te lleva al ascensor, tras lo cual exploras por tu cuenta.
Ten en cuenta que esto es diferente de una visita guiada: una visita guiada también incluye la entrada rápida, pero añade un guía profesional que comparte información, señala puntos de referencia y te proporciona más información mientras visitas cada nivel, normalmente en un grupo reducido.
La entrada guiada es principalmente para visitas rápidas y autoguiadas, mientras que las visitas guiadas se centran en conocer la historia de la torre.
Cuando finalizó la construcción de la torre Eiffel en 1889, era el edificio más alto del mundo. Sus 18.000 piezas metálicas y sus 2.500.000 remaches eran una auténtica hazaña de la ingeniería, complemento perfecto para la Exposición Mundial de aquel año. Sin embargo, Alexandre Gustave Eiffel tenía tantos admiradores como detractores.
No obstante, con el tiempo, la Torre Eiffel se ha convertido en un icono adorado en todo el mundo: ahora es la atracción turística de pago más visitada del mundo. Y la verdad es que uno no puede ir a París sin visitar la Torre Eiffel.
