Combinación Palacio Ducal y basílica de San Marcos

Entre paseos en góndola y helados, dedica algo de tiempo a ver las maravillas arquitectónicas de Venecia en la Plaza de San Marcos: el Palacio Ducal, la Basílica homónima de la plaza y el Campanile de San Marcos.

Prepárate para retroceder en el tiempo y conocer la historia más fascinante de Venecia en el interior de dos lugares que han dado forma a la ciudad, quizá, incluso más que... Mostrar más

Entre paseos en góndola y helados, dedica algo de tiempo a ver las maravillas arquitectónicas de Venecia en la Plaza de San Marcos: el Palacio Ducal, la Basílica homónima de la plaza y el Campanile de San Marcos.

Prepárate para retroceder en el tiempo y conocer la historia más fascinante de Venecia en el interior de dos lugares que han dado forma a la ciudad, quizá, incluso más que sus canales. Cuando hayas visitado los lugares emblemáticos, empieza a descubrir más cosas de la ciudad con la audioguía de tu smartphone.

Palacio Ducal: Vía rápida

El exterior insinúa su belleza, y en el interior -con una escalinata dorada, arcos triunfales y paredes pintadas al fresco- te harás una idea completa de su esplendor.

El primer Palacio Ducal se construyó en este lugar en el siglo IX, pero fue destruido en un incendio. El actual palacio gótico data del siglo XIV (con muchas renovaciones y remodelaciones a lo largo del tiempo). Sin embargo, se mantiene en pie como un bello recordatorio del poder de la República de Venecia.

Entrar en el Palacio Ducal es viajar en el tiempo y descubrir la historia y la cultura de la Ciudad de las Máscaras. Dentro, encontrarás salas fantásticamente ornamentadas, decoradas por artistas como Tiziano, Veronés, Tiépolo y Tintoretto.

Otro punto destacado es pasear por el tristemente famoso Puente de los Suspiros, llamado así por los lamentos de los criminales convictos mientras se dirigían a las Cárceles Nuevas.

Basílica de San Marcos: Salta la cola con el acceso a la terraza

Disfruta del acceso a las principales zonas de San Marcos, que incluye: la entrada sin colas a la basílica, el Museo de San Marcos y la terraza con vistas a la Plaza de San Marcos.

La Basílica de San Marcos, que alberga las reliquias de San Marcos, se ha convertido en un símbolo de Venecia conocido en todo el mundo.

La Basílica, tal como se conoce hoy, tomó forma en 1063 d.C., gracias al dux Domenico Contarini y sus sucesores. Las reliquias de San Marcos, los ornamentados mosaicos y los majestuosos elementos de diseño han contribuido a cimentar el edificio sagrado como la principal maravilla arquitectónica de Venecia.

En el Museo de San Marcos se exponen obras de tapicería flamenca y medicea, frontales de altar, alfombras persas y otros muebles. Durante siglos fueron los protagonistas que crearon una suntuosa y refinada escenografía para las funciones presididas por el Dux. Se han guardado en el almacén para que puedas admirarlos.

Antes de abandonar el complejo de la basílica, sube a la terraza de la Loggia dei Cavalli para contemplar las vistas de la plaza de San Marcos.

Campanile de San Marcos: Entrada sin colas

Como la estructura más alta de Venecia, literalmente no puedes perderte el Campanile de San Marcos. Sube en ascensor hasta la cima para disfrutar de unas vistas espectaculares de la ciudad con estas entradas para el Campanile de San Marcos.

Tu entrada para el Campanile de San Marcos no sólo te permitirá saltarte las largas y tortuosas colas, sino que también podrás subir en el moderno ascensor, una característica única (y práctica) que no tienen la mayoría de las torres de Italia.