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Dado que es una de las nuevas siete maravillas del mundo, no es de extrañar que las entradas para el Coliseo de Roma sean tan populares. Si quieres ver uno de los monumentos más emblemáticos de Roma, deberías reservar con antelación.
Puede que tengas suerte comprando las entradas el mismo día, pero la cantidad diaria de entradas para el Coliseo de Roma es limitada, así que es mejor no arriesgarse, especialmente si visitas Roma en la temporada alta. Si te olvidas de comprarlas antes de la visita es posible que tengas que esperar un montón fuera del Coliseo.
Hay varias entradas disponibles, así que depende del tipo de experiencia que busques. Por suerte, todas las opciones de Tiqets incluyen la entrada al Foro Romano.
Si sólo quieres una entrada básica al Coliseo, la entrada Coliseo, Foro Romano y Colina Palatina: Entrada prioritaria. Con ella en la mano, podrás saltarte las largas colas y tendrás la oportunidad de pasear por las ruinas del Foro Romano, el centro neurálgico de la antigua Roma.
Si quieres una experiencia más profunda, la opción Coliseo, Foro Romano y Colina Palatina: Saltar la cola + Suelo de la Arena te permite saltarte las colas, y podrás compartir la misma vista que los gladiadores mientras caminas por el suelo de la arena. Otras entradas conceden acceso especial al Subsuelo del Coliseo, donde gladiadores y leones se preparaban para la batalla. Ten en cuenta que no todas las entradas al Coliseo tienen esta opción, así que asegúrate de que está incluida antes de comprarla.
También puedes hacer una visita nocturna única al Coliseo, unirte a visitas guiadas o combinar tus entradas al Coliseo con otras experiencias populares en Roma.
Aunque es el anfiteatro más grande jamás construido en el mundo antiguo, su capacidad no es tan impresionante como lo que se puede lograr con los medios modernos de hoy en día.
El estadio de fútbol universitario más grande de los Estados Unidos, el Michigan Stadium, tiene un aforo de 107.600 personas en comparación con la capacidad estimada del Coliseo de 50.000-80.000. Sin embargo, si tienes en cuenta que se construyó hace unos 2.000 años, la capacidad del Coliseo de albergar a tantos espectadores sigue siendo impresionante. Además, ¿qué otro estadio puede presumir de haber tenido en su día una fachada de mármol?
Cuando estás a punto de cumplir 2.000 años, puedes darte por satisfecho de seguir en pie, y más aún de ser tan popular. El aspecto dañado del Coliseo se debe a varias razones, además del paso del tiempo, desde incendios y terremotos hasta constructores oportunistas que aprovechan la spolia (reutilización de la piedra antigua para nuevas estructuras).
El Coliseo logró mantenerse en todo su esplendor durante casi dos siglos antes de que ocurriera un desastre. En el año 217, el nivel superior de madera del Coliseo resultó gravemente dañado por un incendio, y en el año 443 sufrió aún más daños a causa de un gran terremoto.
Además, con el auge del cristianismo, la popularidad de las batallas de gladiadores disminuyó y después del 435 d.C. ya no se mencionan en el Coliseo. La arena siguió utilizándose para la caza de animales, pero su apogeo ya había pasado. Otro terremoto, en 1349 d.C., causó más daños al derrumbarse la parte exterior del lado sur.
La gente vivía dentro durante la Edad Media
Después de dejarse de usar como arena, los ciudadanos de Roma se volvieron creativos. Desde finales del siglo IX hasta el XIV, los habitantes vivían en el interior del anfiteatro. Junto a las humildes viviendas había talleres e incluso establos.
No solo se realizaban espectáculos de gladiadores
Los juegos también contaban con una elaborada escenografía y el Coliseo se transformaba a menudo en un escenario completamente nuevo. Se traían plantas y se montaban elaborados escenarios para la cacería de animales (Venatio).
Tiene más de un nombre
El anfiteatro más grande del mundo también recibió el nombre de Ampitheatrum Flavium por la dinastía que lo creó. Entonces, ¿de dónde viene lo de Coliseo? Bueno, fuera del anfiteatro había una estatua de bronce de 30 metros de altura del emperador Nerón inspirada en el Coloso de Rodas. Se cree que este colosal monumento a Nerón es el origen del nombre del Coliseo.
El mayor anfiteatro de la antigüedad jamás construido y que sigue siendo el mayor anfiteatro en pie del mundo en la actualidad.
El hogar de las batallas de gladiadores de la Antigua Roma
Podía albergar a 80.000 espectadores romanos durante su apogeo
Es uno de los monumentos más importantes de toda Italia y está abierto al público todo el año
Pasa más tiempo dentro si compras las entradas con antelación
Puede combinarse con una visita al Foro Romano y al Monte Palatino
Hay una variedad de opciones de entradas disponibles, incluyendo visitas guiadas, visitas nocturnas y audioguías
Millones de personas han atravesado las puertas del Coliseo a lo largo de los siglos; por suerte para ti, las entradas son más fáciles de conseguir que nunca.
Asegúrate de reservar tus entradas con antelación, ya que no eres el único que quiere visitar esta icónica estructura. Las colas pueden durar horas, especialmente durante la temporada alta de verano.
Ya que estás en ello, hazlo en un día y explora más de lo que Roma tiene que ofrecer con entradas combinadas que incluyen el Foro Romano y el Monte Palatino, todo ello a una corta distancia a pie del Coliseo.
Visitas guiadas: ¡asóciate con un apasionado historiador o arqueólogo y descubre más sobre la antigua arena romana!
Entradas combinadas para los lugares de interés de los alrededores, como el Foro Romano, la Colina Palatina y la Prisión Mamertina
Acceso al suelo de la arena donde estuvieron los legendarios gladiadores
Entrada prioritaria para evitar las largas colas en las taquillas
*Lo que se incluye varía en función de la entrada al Coliseo que compres.
Puedes visitar el recinto en cualquier momento durante el horario de apertura, con o sin guía
Hayvisitas nocturnas guiadas para escapar del calor del verano
Para evitar las multitudes, reserva las entradas por la mañana, justo antes del cierre, o en un día laborable
La mayoría de las zonas del recinto son accesibles para las sillas de ruedas, incluido el ascensor
Deja tu equipaje en el hotel: no se permite llevar mochilas ni maletas dentro del Coliseo
Mantente hidratado durante la visita y lleva una botella de agua vacía; hay estaciones de recarga dentro del recinto
